Sobrevivir a una ruptura con dignidad y elegancia.

Nada hacía diferente a aquel día. El despertador había sonado a su hora, yo no recordaba lo que había soñado, y lo único que me despertaría sería una buena ducha y un café cargado. Y en esto último estaba cuando sonó el teléfono.Me alarmé; ¿quién podría llamar a las 7:30 de la mañana? desde luego quien fuera algo muy importante tendría que contarme. Efectivamente, mi amiga Esther lloraba desconsolada al otro lado. Su chico, había decidido romper la relación la noche de antes. La pobre no paraba de llorar desconsolada intentado explicarse cual había sido su error para que él hubiera decidido tomar aquella decisión. En realidad no había sido culpa de ella, ni de nadie, ya puestos. Los sentimientos no tienen dueño, ni se rigen por norma alguna. Cuando deciden largarse lo hacen sin apenas despedirse. Su chico ya no la quería y no quería seguir dándole esperanzas. Su amor había terminado y no había nada que hacer. Lo más sensato era abandonar el hogar que ambos habían compartido hasta entonces y empezar cada uno una nueva vida. En realidad, ambos se lo merecían!.
Hubiera sido muy fácil arremeter contra él, y en un principio es lo que todas las amigas hicimos, pero una vez la cosa se enfría, nos dimos cuenta que en realidad obró con la mejor de sus intenciones. Antes de que la relación fuera una especie de prisión para alguno de los dos, lo mejor era abandonar o al menos dejar las cosas claras, e intentar ser felices cada uno por su lado.
¿Pero como sobrevivir a una ruptura sin perder el alma por el camino, o al menos la dignidad?. Vayamos paso a paso:
 Paso 1:  Llamar a las amigas y contarles lo que ese mamón nos ha hecho. Es importante que tanto emisora como receptoras despotriquen a gusto sobre aquel tipejo que en realidad nunca terminó de gustarle a ninguna de tus amigas.

Paso 2: Quedar en algún centro comercial para paliar la pena y el disgusto con alguna compra innecesaria.

Paso 3: Hacer planes para quedar todas un fín de semana y largarse a una casita rural dónde poder hablar malamente de los hombres y beber tequila tranquilamente, entre risas y maneras de despellejar al tipo en cuestión sin estropearse las uñas.

Paso 4:  Un buen masaje nunca hizo daño a nadie y puede ser muy beneficioso para el cuerpo y si te lo da un tipo guapetón también para el espíritu.

Paso 5:  Decir si a ese compañero de trabajo que siempre está intentando quedar a tomar una caña contigo una vez finalizada la jornada.Quizá no sea tan plasta como parece, y es posible que tenga algún amigo que merezca la pena.

Paso 6: Acudir al gimnasio que tenemos abandonado desde tiempos inmemoriales. Allí hay tipos con cuerpos bastante decentes y algunos incluso tienen hasta cerebro.

Paso 7: Un cambio radical de imagen suele levantar bastante el ánimo. Hazte esas mechas que siempre quisiste lucir y nunca te atreviste.



Paso 8: ..Y qué tal aprender algo nuevo?...No sé, quizá un poco de ruso venga estupendo, o si lo ves muy complicado lánzate por el italiano. Me refiero al idioma!, el profesor también está aprovechable, no te cierres en banda a unas clases practicas.

Paso 9: A los hombres se les conquista por el estómago;pues atrévete a hacer algún curso de cocina creativa. No sabemos si lo que se cocina allí está bueno, pero seguro que enganchas a algún despistado con una comida propia de algún país del sudeste asiático, engatusándole con algún platillo de nombre tan insinuante como pasta de nube a la salsa celestial, vamos, unos macarrones con tomate de toda la vida, pero dicho en tailandés queda como erótico y todo..

Paso 10: Que tu felicidad no dependa de otra persona, solo y exclusivamente de ti misma. Qué como se hace esto?, pues queriéndose mucho y creyéndose lo mejor del mundo, algo que por cierto es la pura verdad.

Y después de estos consejos, espero que la pérdida del ser querido no sea mas que un pequeño bache para encontraros a vosotras mismas y daros cuenta que no necesitáis a nadie para ser feliz. Y en caso de necesidad, hay unos aparatillos que os pueden alegrar bastante la vida..