domingo, 6 de octubre de 2013

Las chicas son guerreras




Pues si, queridas mías, las chicas somos guerreras. En realidad siempre lo hemos sido, a veces guerreras pasivas, pero siempre luchadoras. Pues ser guerrera no significa luchar cuerpo a cuerpo con un arma en las manos; también es guerrera aquella que lucha en silencio y sin que nadie lo sepa; aquella que en soledad pelea por lo que considera justo y hace lo que sea necesario por conseguir sus metas.
Y todo esto a cuenta de qué viene, os preguntaréis. Pues bien, viene a cuenta que en casi todos los libros que últimamente estamos leyendo, la mujer siempre se haya en una situación, generalmente laboral, por debajo del hombre. Y esto por qué?. A estas alturas se supondría que la igualdad estaría instaurada en todos los aspectos de la vida, pero parece ser que en la literatura, aún no ha llegado.
Por si no os habéis fijado, que seguro que si, pues sois lectoras muy avispadas, los protagonistas casi siempre cumplen los mismos roles. Ellos son ricos, o tienen un puesto importante en las empresas en las que trabajan, y ellas son de un estrato social inferior o al menos tienen un trabajo por debajo del de ellos. Yo aquí veo cierto tufillo machista!.
Pero yo os digo que hay casos contrarios. Existen relaciones donde son ellas las que están encima, hablando de trabajo y nivel social, a ellos.
Sin ir mas lejos os puedo hablar de mi amiga Bego. Es directora de marketing en una importante empresa a nivel nacional. Viaja mucho y dedica muchas horas a su trabajo. Quedar con ella a tomar algo es como escalar el Everest...algo muy, muy difícil, pero a veces lo conseguimos.
Hace un par de meses pudimos coronar la escalada y quedamos a tomar unas copas. Allí nos puso al día de los últimos cambios habidos en su vida.
Había comenzado una historia con un chico diez años menor que ella. Se trataba del becario que le habían asignado hacía unos seis meses atrás. Recuerdo que alguna vez había mencionado que estaba encantada con el trabajo que hacía, y por lo que nos estaba contando no se refería solo al trabajo en la empresa. El muchacho era un tipo muy aplicado en todo lo que se proponía. Mi amiga estaba encantada y radiante, y haciendo planes para pasar una semana de vacaciones con él en una playa caribeña. Ella se haría cargo de todos los pagos. Era lo justo!.Ella tenía dinero y quería  compartir esa semana con él. Muchos dirían que le estaba comprando, que él era una especie de gigolo,,pero a nosotras nos parecía perfecto.  Y lo importante era que ellos estaban encantados, no se cuestionaban ni edades, dineros, ni puestos de trabajo.


Así pues, queridas, no os acomplejéis por estar mas que interesadas en el yogurín del curro o en vuestro asistente...La vida son dos días y hay que disfrutarlos con quien nos plazca...

3 comentarios:

  1. Es que cuentos como Cenicienta siguen en nuestro inconsciente haciendo mucho daño. Bien por tu amiga y su becario. Supongo que los chicos jóvenes no tienen los mismos reparos que los que son un poco mayores, cuarentañeros digamos, a los que aún educaron para ser ellos los que llevaran el pan a casa.
    En cuanto a los protas super forrados, de menos de treinta años, que son dueños de una gran empresa, conducen por tierra, mar y aire, y además tiene una cultura clásica que te mueres, en fin, ¿qué te voy a decir? Que a algunas autoras les derrapa mucho la imaginación.
    Presumiendo un poco de lo mío, me encantó cuando una amiga me dijo por "El mapa de tus sueños", que le gustaba mi protagonista porque trabajaba. Un protagonista de novela histórica que no se dedica a administrar sus tierras desde el elegante despacho biblioteca de su gran mansión. Pues sí, ni yo misma me había dado cuenta de que es una rareza.

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    1. Contigo cien por cien..los tipos jovenzuelos,guapos, ricos, cultos y elegantes son como los animales mitológicos..Pura fantasía.

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  2. sin dudas que está muy bien... salu2...

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