domingo, 24 de noviembre de 2013

¿A quién le amarga un dulce?




Puede que os parezca un poco pronto para una entrada de esta índole, pero tan solo queda un mes para Nochebuena, y el ver en las estanterías de las grandes superficies,polvorones, mazapanes,turrones y demás elementos propios de esa época ,en donde se premia el consumismo salvaje y la alegría fingida, me revuelve el estómago proletario que llevo dentro y enerva el corazón revolucionario que se esconde tras una fachada de maquillaje y ropa a la última que ofrezco en el exterior. Algunos pensaréis que soy una vendida..en realidad soy una superviviente. Aparenta unirte a ellos e intenta destruirlos desde dentro..pero bueno, tampoco quiero destapar mi tapadera, o si. No sé, el vino de la comida me confunde.

De lo que hoy quería hablar era de regalos y su significado.  
En estas fechas comienzan a proliferar, al menos en mi vida, cumpleaños, amigos invisibles, papa noeles y otros derivados varios que me ponen de un humor de perros, pues esto exige que dedique parte de mi ya escaso tiempo libre, a recorrer tiendas y a pensar que le  puede agradar a cada uno. Reconozco que depende de quien sea ,le pongo más  o menos alegría a la busca y captura del regalo ideal. Supongo que ahora me veréis como el espíritu malo de la Navidad y festividades varias.Pues habéis acertado!!.

La cuestión es que había quedado con mi amiga Noe para  ir comprando alguno de estos regalos, cuando decidimos parar en una cafetería y darnos el capricho de tomarnos un café con algún producto pastelero, repleto de calorías y grasas saturadas, que nos activara en la recta final de nuestras compras de aquel día.
No sé porqué, supongo que fue mi sexto sentido, supe que cuando Noe abrió su bolso y empezó a rebuscar iba a sacar algo importante de ahí. Eureka!!..ni más ni menos que su invitación de boda..me quedé ojiplática a la vez que muda..
- Ya sé que no te lo esperabas. Es una sorpresa!!..En realidad lo decidimos hace tres semanas. Solo se lo hemos dicho a los familiares más allegados. Esta es la primera invitación que doy.
- Vaya, no sé qué decir!!!..enhorabuena, supongo.  Y gracias por haber pensando en mí para ser la primera de tus invitadas.
- La boda es dentro de seis meses.Supongo que no tendrás nada que pueda impedir que vengas, verdad?.
- Bueno, no. De momento,creo que no tengo nada..y por supuesto si surge algo, tu boda es prioritaria.
Noe sonrió complacida con mi respuesta y de pronto empezó a contarme todos los preparativos que tenía en mente para su boda de cuento de hadas. Y yo la miraba y sonreía, pero mi mente ya empezaba a pensar en vestido, zapatos, bolso, regalo....y el agobio empezó a crecer mas y mas hasta el punto de levantarme un insoportable dolor de cabeza.
Durante el resto de la tarde apenas me fijé en nada y llegué a casa con dolor de cabeza, pies y mal humor. Y además fatal por sentirme así. Estaba calentando agua para hacerme un té, cuando sonó el telefonillo.
-Sube- sonreí. Al menos él me haría olvidar por un momento mis vanas preocupaciones.
Lo primero que vi cuando abrí la puerta fue un enorme ramo de rosas, y detrás de él su cara.
- Para tí, mi amor- me dijo extendiéndome el ramo.
- ¿Y esto?- conseguí balbucear.
- Porque me apetecía y porque hoy hace tres meses que empezamos nuestra historia.
Noooooooo..se me había olvidado completamente. Cómo es posible que estuviera pensando en regalar a los demás, cuando me había olvidado de la persona que mas me importaba en ese momento..tendría que empezar a revisar mis prioridades.
- Yo también tengo algo para tí- le tendí la invitación de boda- ¿Quieres acompañarme?
Sonrió.
- Si tu quieres, al fin del mundo.
Y fue esa frase el regalo que más  me ha llenado. Más que flores, perfumes y vanalidades varias..

P.D.: Sigo aceptando vanalidades como regalos.

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