jueves, 6 de diciembre de 2012

Boom de la erótica para mujeres

_ Qué estás leyendo ahora?. - Me pregunta mi compañero de trabajo sentándose a mi lado en el metro.
Le enseño la portada  y sonríe. Una sonrisa socarrona y algo malévola.
- Vaya, veo que te ha dado fuerte con esto, eh?. Qué pasa, que tu chico no cumple como debiera?.
Le  miro e intento poner cara de indiferencia.
- Para nada, solo quiero saber que tienen estos libros para volver locas a las mujeres.
- Ah, es un estudio sociológico lo tuyo, verdad?.
- Algo así- contesto, queriendo parecer digna e interesante.
- Alguna conclusión?
- Nada definitivo- Menos mal que llegamos a nuestra parada y  nuestra conversación acaba por otros derroteros mucho  menos interesantes. Pero cierto, qué tiene este tipo de libros que últimamente nos tienen atrapadas a las mujeres?. Y no me refiero a un tipo de mujer con estudios bajos y un trabajo insulso. No tengo nada en contra de ellas, pero este no es mi caso. Mi trabajo me encanta, mi vida no es un cuento de hadas, pero tampoco está mal, y mi vida sentimental es plena y satisfactoria. Sin embargo, reconozco que devoro el tipo de libros que nos llevan a soñar con algunas cosas que seguramente en mi vida real no haría. Cosas del tipo, de terminar en la cama con un hombre al que apenas conozco, con unos rasgos de una psicología no muy saneada, y un carácter no fácil de comprender. No creo que me dejara esposar a una cama y que me tapara los ojos con un pañuelo de seda. En la vida real no actuaría así, seguro. Pero leerlo me transporta a un mundo sensual que me hace soñar con cosas que jamás haría pero que disfruto imaginando. Estaré volviéndome loca?. Yo creo que no.
En los últimos tiempos las  mujeres hemos avanzado tanto en nuestra independencia, que ya no sentimos temor a reconocer nuestra sexualidad. En tiempos pretéritos esto equivaldría a que se te considerara una facilona. Ahora somos dueñas de nuestro destino y de nuestros impulsos. Nos hemos masculinizado?. Es posible que hayamos cogido ciertos rasgos varoniles al avanzar en nuestra liberación, y ahora no nos parezca tan interesante el cortejo a la antigua usanza. El romanticismo ha cambiado, ha evolucionado. Ya no nos contentamos con una ramo de flores y un casto beso en la frente. Queremos más y no nos avergüenza pedirlo. Pero estamos en la misma sintonía que nuestros hombres o estos están algo desconcertados?.
Hago mi propio experimento con mi chico y tras enseñarle un objeto que he adquirido en una tienda especializada, veo como levanta una ceja y sonríe de manera perversa.
- Quieres que utilice esto contigo o quieres utilizarlo conmigo?
- La pregunta ofende,cariño. Soy una dama y tengo preferencia. Yo lo usaré primero y después dejaré que tu venganzas sea "tremenda".
El sonríe de manera perversa y me doy cuenta que ya está fantaseándo con la prometida  venganza, pero yo me relamo los labios pensando en su maravilloso "castigo".
Ambos disfrutamos. Hay algo malévolo e insano en ello?. Yo creo que no. Así pues, bienvenido todo el tipo de literatura que haga  nuestra vida algo más interesante, aunque solo sea de manera mental, quizá no todos se atrevan a llevarlo  al plano real.

3 comentarios:

  1. Amen, una buenisima entrada, comparto tu disertación 100% y no me extiendo que al no controlar el tema móvil soy peligrosa. ¿Qué hay de malo en evadirse un poco? Sabemos lo que es fantasia y realidad y aveces echa algo de pimienta a la vida. Lo consensuado entre uno y otro es siempre lo mejor ;)

    ResponderEliminar
  2. Amen, una buenisima entrada, comparto tu disertación 100% y no me extiendo que al no controlar el tema móvil soy peligrosa. ¿Qué hay de malo en evadirse un poco? Sabemos lo que es fantasia y realidad y aveces echa algo de pimienta a la vida. Lo consensuado entre uno y otro es siempre lo mejor ;)

    ResponderEliminar
  3. Me encanta Melibea!!
    Masculinizarnos?! No por dios, simplemente sabemos que queremos y como conseguirlo, muchas veces sin pedir siquiera permiso. Me gusta tu compra, está en mi carta a los Reyes Magos....jajaja
    Bicos!!

    ResponderEliminar